Los calamares a la plancha con ajo y perejil son un bocado excepcional. Ahora bien, aunque pueda parecer una preparación sencilla, el resultado puede ser sublime o desastroso. La clave para hacer unos buenos calamares a la plancha está en cocinarlos a fuego alto durante unos pocos minutos sin que nos pasemos de tiempo para evitar que queden duros; el otro punto imprescindible es apartarlos de la plancha o sartén cuando sueltan algo de agua, para evitar que se "cuezan" y se "encojan" demasiado y por último hay que desechar el agua de mar o la humedad que generan ellos mismos, escurrirlos y pasarlos de nuevo por una sartén con un poco de aceite ajo y perejil durante otros 2 o 3 minutos aproximadamente o hasta que estén dorados. Sin más.
Los calamares frescos con ajo y perejil tienen un éxito asegurado, sobretodo como tapa o aperitivo. Mi recomendación es que no tardéis en probarlos. :)
LA RECETA
Ingredientes: 750 gr. aprox. de calamares pequeños o medianos, preferentemente frescos / 1 manojo de perejil (4 o 5 ramitas frescas o 2 cucharadas de perejil seco) / 4 dientes de ajos / Aceite de oliva virgen extra / 1 limón.
Recuerda que...
· Los calamares son tediosos de limpiar, para simplificar el trabajo puedes pedirle a tu pescadero que los limpie / · Los más pequeños o "chipirones" se cocinan enteros, al igual que los pescaditos fritos; no será necesario limpiar el interior, únicamente se les quita la plumilla transparente de la bolsa tirando de ella, nada más.
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Elaboración:
1.- Picar con el cuchillo el perejil y los ajos. Reservar.
2.- Limpiar los calamares:
- Primeramente, tirar de los tentáculos para arrastrar el contenido del interior.
- Cortar los tentáculos haciendo un corte a la altura de los ojos. Desechar el aguijón o boca que se aloja entre los tentáculos. Tirar del sifón que también conservaremos y que se encuentra pegado en el otro extremo de los ojos, retirar con cuidado las adherencias del mismo: bolsita de tinta y sistema digestivo. Por último retirar y desechar la pluma transparente que se aloja en el interior de la bolsa o cuerpo del calamar, simplemente tirando de ella.
- Estas son las partes que aprovechamos del calamar: Bolsa o cuerpo, tentáculos y sifón. La piel rosácea superficial que lo recubre no se la vamos a quitar ya que aporta muy buen sabor y al fin y al cabo desaparecerá por si sola al cocinarse.
3.- Lavar brevemente los calamares bajo el agua del grifo (en mi opinión no hay que explayarse demasiado en la limpieza de los mismos para evitar que pierdan sabor, siempre que sean muy frescos, comprados el mismo día y huelan a mar). Escurrirlos en un escurridor de cocina y reservar.
4.- Calentar una plancha, sartén o cazuela a fuego alto con 3 cucharadas de aceite de oliva virgen, incorporar los calamarcitos y si durante el primer minuto segregan agua, retirarlos y escurrirlos.
5.- Seguidamente volver a poner la cazuela o sartén en el fuego con 4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente incorporar de nuevo los calamares junto con los ajos y el perejil, remover el conjunto y en unos 2 o 3 minutos aproximadamente, en cuanto los ajos empiecen a tomar un color ligeramente tostado ya estarán listos para servir. Probar el punto de sal al final, aunque si los calamares son frescos no será necesario pues tendrán el punto perfecto de la sal del mar.
6.- Colocar en una bandeja, servir con unas rodajas de limón y un hilito discreto de aceite de oliva virgen extra por en encima, si queremos.
Bon Profit!
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